Aprende a proteger a tus hijos en verano

Aunque la pandemia del coronavirus ha cambiado nuestra vida bastante, algo que no puede alterar es la época del año. El verano ha llegado como de costumbre, con grandes dosis de sol y mucho calor, y como siempre, nuestros pequeños deben estar protegidos. Las vacaciones de verano siempre son una buena excusa para disfrutar en familia, ir a la playa, viajar… Si bien es cierto que en el aire queda bastante incertidumbre sobre los desplazamientos en futuras fechas, nuestro país está ultimando la desescalada y en muchos lugares ya se puede ir a la playa. Pero, independientemente de eso, las piscinas privadas, por ejemplo, ya se pueden usar. Y en estas el calor y el sol también pueden suponer un problema. Aunque estemos en un verano atípico, debemos seguir protegiendo a nuestros pequeños del sol y sus consecuencias. Aprende a proteger a tus hijos en verano con nuestros consejos.

Recomendaciones para proteger a tus hijos en verano

  • Proteger la piel en todo momento

La piel de nuestros peques es muy sensible. Al quemarse, se produce escozor y dolor, que además puede derivar en dolencias mayores para la piel en general. Siempre hay que emplear cremas protectoras con un factor alto. Los niños son mucho más vulnerables antes la radiación solar, por lo que recomendamos usar cremas con un factor protección de 50 como mínimo, cada dos horas bajo la exposición del sol.

  • Vestimenta correcta

La ropita de nuestros hijos, a parte de estar perfectamente conjuntada, tiene que protegerles del calor y el sol. Atuendos fresquitos, cómodos y que cubran la mayor parte del cuerpo si vamos a estar bajo el sol. Por supuesto, los colores claros deben predominar en el outfit. También son muy útiles accesorios como gorras o sombreros. Las gafas de sol también son una excelente idea para proteger la vista.

  • Cuidador con el aire acondicionado

Este puede ser un arma de doble filo si no se climatiza o controla de alguna manera ya que puedes llegarte a resfriar y pasar una mala temporada en verano por los cambios bruscos de temperatura, o por pasar frío en casa. También hay que tener mucho cuidado con los golpes de calor. Si sales de casa bien fresquito y bañas a tu hijo directamente en la piscina, puede dañar su salud gravemente. Un consejo rápido, por debajo de 22º no recomendamos poner el aire acondicionado.

  • Hidratarse constantemente

Cuando tenemos sed, es señal de que nos estamos empezando a deshidratar. Es por ello que debemos beber antes de tener esa sensación. Y en verano con más razón. Por eso debemos dar de beber a nuestros pequeños sin que estos nos lo pidan. Bebidas, zumos o refrescos con poca azúcar y, sobre todo, agua fresquita.

  • Alimentación saludable y adaptada

Puede parecer una tontería pero comer bien, sano y sin excesos te ayudará a encontrarte mejor en verano. Con más energía, menor pesadez y más comodidad. A nuestros hijos les pasará lo mismo. Una buena alimentación les ayudará a soportar mejor el calor del verano y a tener su cuerpo preparado para un mayor gasto energético.

  • Juego y deporte

Es tan importante medir la intensidad del ejercicio o juego como el horario en el que se va a realizar. Evitar las horas de calor, hidratarse continuamente y hacer deporte cuando tengamos el cuerpo en condiciones, nuestros peques no pueden jugar directamente después de comer en la piscina por ejemplo, o jugar a la pelota con demasiadas ganas, porque se pondrán malitos.